Nos estamos viendo en un buen lío.
Como en el anterior post, la crisis española sigue afectando
a mi punto de vista a la hora de redactar estos posts.
Bien, los estudiantes de último año de carrera lo vamos a
tener bastante difícil el año que viene (sobre todo a los que aun no hemos
tenido trabajo), me explico: ¿Qué es lo primero que te piden a la hora de
buscar trabajo? Experiencia laboral, y a ser posible, en el mismo
campo. Muy bien, pues ya desde el principio empezamos mal, muy mal.
Con esta contradicción se encuentran hoy miles de recién
licenciados que se ven obligados a realizar trabajos poco satisfactorios o
simplemente, en el paro.
No debemos olvidar que también nos afecta la visión que
tienen de nuestra generación. Nos categorizan como despreocupados, poco
trabajadores y exigentes; seguro que ninguno de los que se encuentra en mi
lugar lo cree así. La sociedad ha ido cambiando, y a nosotros se nos ha dado
una educación diferente a la de nuestros padres, pero no por ello tienen que
generalizar a ese porcentaje (conocido como Nini), con todos nosotros.
Y es más, aún voy a ser más crítica. Según los datos de la Encuesta de Población
Activa estiman que “6 de cada diez universitarios están
infraempleados”, vamos, que tienen una cualificación superior al trabajo que
desempeñan. ¿Dónde están los vagos?
Así bien, dado todas las circunstancias anteriores,
tendremos que ponernos las pilas (un
poco más). El perfil de trabajador que se requiere hoy en día va a venir
marcado por su polivalencia, o dicho en otras palabras, se necesita un “súper-trabajador” que sepa cumplir las
funciones de otros departamentos, puesto que como sabemos de primera mano, la
reducción de plantillas está a la orden del día. Además de los estudios realizados,
es necesario tener un perfil característico, como por ejemplo ser dinámico,
emprendedor, flexible, responsable, PROACTIVO y con ese ‘don innato’ que
tenemos todos (aunque no lo sepamos) de resolver los problemas que nos surjan
delante.
Aunque estemos en la Era Tecnológica, las personas siempre
primarán en las empresas sobre las máquinas, y su perfil, actitud y aptitud
será clave para una contratación. Así que, por qué no, seré publicista
licenciada, ¿tendré que venderme un poco?
Me creo poseedora de actitudes y aptitudes que debe tener un
buen perfil de trabajador. Para empezar, me considero una persona con buena
actitud, que respeta a los demás y piensa que un poco más de esfuerzo del
necesario acarrea grandes y positivas consecuencias. Soy organizada, buena
trabajadora en equipo y con gran capacidad de diversificación de contenidos. No
me gusta anclarme en el pasado y me encuentro disponible a todos los nuevos
recursos que surjan, defiendo mis ideas y creo en mis valores. Tengo ilusión
por encontrar un trabajo que me llene y ambición por superarme cada día. Pero
bueno, todas éstas son cualidades, y como tales se quedan.
Pero aún así, quiero ser realista. España sí que es lugar
para viejos, nuestro futuro está fuera.
Dicho todo esto, consejo del día: tened en cuenta que nadie es
imprescindible, y menos en una empresa.
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